Salmo 139:23-24
Todos nosotros sabemos que la presencia de Dios está en todo lugar, en todo tiempo… donde quiera que vayamos, y que Dios sabe y conoce todas las cosas, aún antes de ser conocidas por nosotros mismos, tal como lo dice el Salmo 139 en los versos 1 hasta el 18. Es muy común escuchar hablar de este capítulo sobre todos de estos versos. Por el contrario, casi nunca escuchamos hablar sobre los dos últimos versos del mismo.
Cada día damos gracias a Dios, lo alabamos por quién él es y por todo lo que se merece, por su omnisciencia y omnipresencia….Le pedimos que nos bendiga, que nos use…. Que seamos instrumentos de su amor, pero cuántas veces le pedimos, tal como en los versos 23 y 24 que nos pruebe… que haga una revisión de por dónde vamos? De nuestros pensamientos??... Reconocemos nosotros la importancia de pedir ser revisados por Dios?
Cuántos de nosotros pedimos el escrutinio y el examen del Señor en nuestras vidas?. Se escucha como raro, quizás un poquito victimario pedir nosotros mismos ser examinados y probados…. O es que quizás no lo creemos necesario?
El salmista David, en estos versículos, hace un reconocimiento de que su vida necesita ser probada y examinada por el Señor. Se encomienda a ser probado por Dios, y dicho reconocimiento implica, que estará dispuesto a aceptar cualquier corrección que Dios quiera hacer en su vida. Reconoce que en su vida hay cosas qué debe corregir y se abandona a Dios para que sea Él quien haga el trabajo de revisión.
Nosotros que salimos afuera a ministrar, a llevar la Palabra de Dios a otros, generalmente nos presentamos como seres santos, como si estuviéramos en un nivel diferente a los demás; criticamos a otros, que según nuestro juicio, van por mal camino…. Y nos indignamos cuando vemos el pecado de otros…
Pero y nosotros? Antes de presentarnos ante los demás, como seres diferentes, hemos pedido al Señor que nos corrija y nos examine?…. O simplemente estamos pasando por alto que también nosotros estamos en un proceso de perfeccionamiento, en el que necesitamos de la constante revisión, inspección, y corrección del Señor?
Y no es que el Señor no lo va a hacer de cualquier forma, ya vimos en los versos anteriores del mismo Salmo 139…. Es que en el instante en que pedimos ser examinados y probados por el Señor, confesamos que anhelamos parecernos a Él, hacer las cosas como él quiere que las hagamos, y mejor aún, en ese instante, nos humillamos ante Dios y nos disponemos a ser obedientes a cualquier mandato que nos haga.
Reconocer que necesitamos ser examinados y probados es reconocer y aceptar la obra que está haciendo el Señor en nuestras vidas. Velamos por nuestro corazón y su buen estado. Admitimos que ni siquiera nosotros mismos conocemos el fondo del pecado en nuestros corazones, no discernimos su profundidad, muchas veces, ni siquiera su existencia, sólo Dios puede hacerlo.
De nada nos sirve pedir a Dios cada día que nos perdone, si no deseamos que quite de nosotros la causa del mal.
Estamos de vuelta!!
Por unos momentos estuvimos ausentes del mundo de la web, por razones ajenas a nuestra voluntad. Pero ya estamos aquí! Para seguir trayendo unción fresca a todos aquellos que nos estaban siguiendo. Dentro de los próximos días, nos pondremos al tanto de algunas cosas que han estado pasando y por supuesto! Nuestras acostumbradas reflexiones, devocionales, comentarios y demás.
Estamos aquí y es para rato!
Xtrema Causa
Como ver lo que el ojo no ve?
Estoy de pie a poca distancia de una cama. Nadie se ríe. La habitación tiene aspecto solemne. Una máquina bombea aire hacia un cuerpo cansado. Un monitor mide el ritmo de los latidos de un agotado corazón. La mujer en la cama no es ninguna niña, pero lo fue. Hace décadas. Lo fue. Pero no ahora A sólo días de haber estado en el quirófano, acaban de informarle que debe regresar allí. Su débil mano aprieta la mía. Sus ojos se humedecen de temor.
No ve padre alguno. Pero el Padre la ve a ella. Confía en Él, digo para bien de ambos. Confía en la voz que susurra tu nombre.
Estoy sentado ante una mesa enfrentado a un hombre bueno. Bueno y asustado. Su temor tiene asidero. Las acciones han bajado. La inflación ha subido. No es que haya malgastado ni apostado ni jugado. Ha trabajado intensamente y ha orado con frecuencia, pero ahora tiene temor. Debajo del traje de franela se oculta un tímido corazón.
Revuelve su café y fija en mí su vista con los ojos de Coyote que acaba de darse cuenta que ha corrido hasta más allá del borde del precipicio. Está a punto de caer y caer rápidamente. Es Pedro sobre el agua., que mira la tormenta en lugar del rostro. Es Pedro en medio de las olas, que escucha el viento y no la voz.
Confía lo animo. Pero la palabra cae como una piedra. No está acostumbrado a algo tan extraño. Es un hombre de lógica. Aun cuando el barrilete se remonta por detrás de las nubes sigue sosteniendo la cuerda. Pero ahora la cuerda se ha resbalado. Y el cielo está en silencio.
Estoy de pie a poca distancia de un espejo y veo el rostro de un hombre que fracasó… le falló a su Creador otra vez. Prometí que no lo haría, pero lo hice. Me mantuve callado cuando debí haber sido denodado. Me senté cuando debí haber adoptado una postura.
Si esta fuera la primera vez, sería diferente. Pero no lo es. ¿Cuántas veces puede uno caer y tener la expectativa del rescate?
Confiar. ¿Por qué resulta fácil decírselo a otros y tan difícil recordárselo uno mismo? ¿Sabe Dios qué hace con la muerte? A la mujer le dijo que sí. ¿Sabe qué hace con la deuda? Eso fue lo que le comuniqué al hombre. ¿Puede Dios escuchar otra confesión de estos labios?
El rostro en el espejo pregunta.
Estoy de pie a pocos metros de un hombre condenado a muerte. Judío de nacimiento. Fabricante de carpas de oficio. Apóstol por llamado. Sus días están contados. Tengo curiosidad por saber qué es lo que sostiene a este hombre al aproximarse su ejecución. Así que le hago unas preguntas.
¿Tienes familia, Pablo? Ninguna.
¿Qué tal su salud? Mi cuerpo está golpeado y cansado.
¿Cuáles son tus posesiones? Tengo mis pergaminos. Mi pluma y un manto.
¿Y tu reputación? Pues, no vale mucho .Para algunos soy un hereje, para otros un indómito.
¿Tienes amigos? Sí, pero incluso algunos de ellos se han echado atrás.
¿Tienes galardones? No en la tierra.
Entonces, ¿Qué tienes, Pablo? Sin posesiones. Sin familia. Criticado por algunos. Escarnecido por otros. ¿Qué tienes Pablo? ¿Qué cosa tienes que valga la pena?
Me reclino en silencio y espero. Pablo cierra su puño. Lo mira. Yo lo miro. ¿Qué es lo que sostiene? ¿Qué tiene?
Extiende su mano para que la pueda ver. Al inclinarme hacia delante, abre su puño. Observo su palma. Está vacía.
Tengo mi fe. Es todo lo que tengo. Pero es lo único que necesito. He guardado la fe.
Pablo se reclina contra la pared de su celda y sonríe. Y yo me reclino contra la pared y fijo la vista en el rostro de un hombre que ha aprendido que la vida es más de lo que el ojo percibe.
Pues de eso se trata la fe. La fe es confiar en lo que el ojo no puede ver.
Los ojos ven al león que se acerca. La fe ve el ángel de Daniel.
Los ojos ven tormentas. La fe ve el arcoiris de Noé.
Tus ojos ven tus fallas. Tu fe ve a tu Salvador.
Tus ojos ven tu culpa. Tu fe ve su sangre.
Tus ojos ven tu tumba. Tu fe una ciudad cuyo constructor y creador es Dios.
Tus ojos miran al espejo y ven un pecador, un fracasado, un quebrantador de promesas. Pero por fe miras al espejo y te ves como pródigo elegantemente vestido llevando en tu dedo el anillo de la gracia y en tu rostro el beso de tu Padre.Pero aguarda un minuto, dice alguien. ¿Cómo sé que esto es cierto? Linda prosa, pero quiero hechos. ¿Cómo sé que estas no son sólo vanas esperanzas?
“El poder de Dios es muy grande para los que creen”, enseña Pablo. “Ese poder es como la acción de su fuerza poderosa, que ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos” (Efesios 1:19-20)La próxima vez que te preguntes si Dios te puede perdonar, lee ese versículo. Las mismas manos que clavaron a la cruz están abiertas para ti.
Max Lucado.
Sed Santos, porque yo soy Santo
“Ahora, pues, este mandato es para ustedes, los sacerdotes.2 Si no me hacen caso ni se deciden a honrar mi nombre —dice el Señor Todopoderoso—, les enviaré una maldición, y maldeciré sus bendiciones. Ya las he maldecido, porque ustedes no se han decidido a honrarme.”
Malaquias 2:1
Luego de la salvación, el llamado a la santificación constante, es lo más importante y alto para un creyente. Este proceso que nunca acaba, debe ser, por mandato de Dios (1 Pedro 1:16), la obra diaria de los que confiesan con su boca que Jesús es el Señor de sus vidas. Para un creyente regular (ese que no esta expuesto de manera formal a levantar la bandera del evangelio), ser santo o puro es un valor innegociable puesto que pondría en juego su testimonio y de plano su relación con Dios.
Creemos que como ministros, debemos tener un celo muy grande con esto; cuidando esta parte de nuestra salvación con temor y temblor.
En el último año, nos hemos enterado de tantas cosas acerca de ministros que se dan la publicidad de ser “los más santos”, quedando esa premisa como “mucha espuma y poco chocolate”. Ministros (pastores, predicadores, artistas, líderes, etc.) con problemas de mentira, lascivia, adulterio, incumplimiento de su palabra, y otros alarmantes pecados que dañan no solo sus resultados como ministerios representantes de Dios, sino el corazón de aquellos que le siguen y los que solo miran de afuera, tratando de encontrar evidencia palpable del poder transformador de Cristo.
La santificación y la purificación del creyente, mediante la lectura de la palabra, la oración y la comunión constante con Dios han quedado atrás. Para muestra basta un botón (botón, que por supuesto, no vamos a tocar). Los ministros ahora creen que porque se paran en un púlpito, tienen mas rangos espirituales que los que aquel humilde, que sentado en un lugar invisible del templo, tiembla ante la presencia del 3 veces Santo.
La categoría de sepulcro blanqueado, nos esta quedando pequeña. Ya no nos basta con relajar y comercializar el evangelio, no nos basta con el orgullo de “estrellita”, no con argumentar lo pegado que estamos para exigir lo que no merecemos. Tampoco es suficiente mentir descaradamente sobre los frutos inexistentes de nuestro ministerio, como si todo esto fuera poco también estamos dando peor testimonio que cualquier impío promedio.
No podemos seguir despreciando la mesa de Dios. No podemos seguir ofreciéndole sacrificios de corderos tuertos, cojos y ciegos. ¡Hermanos, servir al SEÑOR es un honor y un privilegio inmerecido que tenemos que honrar con nuestra vida! No es posible entender la magnitud del llamado al servicio de Dios, por lo tanto no se pueden escatimar esfuerzos, ni ninguna área de nuestra vida para ser sometida al señorío de Cristo.
Dios nos ha dado todas las herramientas para que le honremos y seamos fieles. ¿Por qué cambiar su gloria por cosas corruptibles? ¿Por qué desear más la alabanza de los hombres que agradar a Dios? Tenemos que decidir nuestro corazón a hacer lo uno o lo otro: o acarrear maldición con nuestra hipócrita manera de vivir o apartarnos y ponernos a cuenta con Dios, para ser hallados agradables a El.
No todo esta perdido. Cuando abunda nuestro pecado, su gracia sobreabunda. Su palabra afirma que si confesamos nuestros pecados El es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad. Es tardo para la ira y grande en misericordia. Rasguemos pues, nuestros corazones, humillémonos en arrepentimiento y honremos el alto llamado a Santidad.
Si estamos dispuestos a pagar el precio de servir al Señor y santificarnos, entonces seremos portadores de la gloria de Dios y de sus bendiciones.
Y Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros”.
Josué 3:5
Xtrema Causa @ EBDV
Templo Bíblico de Bella Vista
Las Escuelas Bíblicas de Verano (EBDV) han sido una de las formas de evangelismo infantil y juvenil desde tiempos ancestrales. Nuestras iglesias no escaparon a esta bella iniciativa de comunicar el evangelio de Cristo de una forma divertida amena, como solo una ebdv sabe hacerlo.
Desde muy pequeños la mayoría de nosotros, fuimos asiduos a ellas y estamos seguros de que la mayor parte de nuestro conocimiento bíblico lo debemos a las hojas de texto que nos aprendíamos a cambio de dulces. Si bien al final de la ebdv terminábamos con unas libritas de más, por los dulces y chucherías que comíamos, nuestro corazón y nuestro carácter eran los más beneficiados.
En todos los que estuvimos expuestos al sonido de la Palabra por medio de las ebdv, Dios cumplió la promesa de instruirnos y corregirnos por medio de la memorización de textos bíblicos que evitaron nuestra caída en futuras situaciones. Moody dijo sobre el Salmo 119:11 “…En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.” :
"Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón.”
Esta es la hermosa labor de las escuelas bíblicas de verano, tomar la santa palabra de Dios, meterla en el corazón de los niños y jóvenes para que estos la utilicen como modelo de vida, para un éxito garantizado. Muchos de nosotros, los miembros de XC, fuimos formados ministerialmente por medio del contacto con los jóvenes en la enseñanza bíblica, pudimos descubrir sus necesidades y lo más importante, a sentir esa pasión por ayudarles a encontrar El Camino.
Desde hace varios años, nos hemos enrolado en las ebdv de nuestra iglesia local y este año no fue la excepción. La mayoría de nosotros no ha estado por compromisos de trabajo y estudio pero ha habido una representación significativa, en la enseñanza y dirección de la misma.
Este año se utilizo un material de origen argentino, llamado Odiseas en el Mar, de Editorial Concordia.
El material, cuenta 5 historias sobre Dios relacionadas con el mar. Contiene enseñanzas valiosísimas sobre la fe, la dependencia y la salvación ancladas en Dios y su Palabra.
¡Damos gracias a Dios por permitirnos el inmenso privilegio de servirle en tantas areas! Oramos para que pueda ser de provecho para estos niños y jóvenes, que el Señor toque y marque una diferencia en sus vidas.
Aunque suene un cliché, para nosotros cada presentación es sumamente especial e importante. Es una nueva oportunidad para manifestar lo que sentimos por Jesús y comunicar su maravilloso mensaje. Además de propiciar un encuentro de El con los asistentes, para cosas que solo en su presencia son posibles, es un chance para socializar y conocer gente, obtener feedbacks y por que no, hacer nuevos amigos.
Cuando nos invitan a algún lugar, acatamos el llamado y sentimos tan profundamente como Dios pensó en XC como el ministerio por el cual El quiere hablar en esa oportunidad, que no tenemos mas remedio que darnos el placer y privilegio de honrarlo.
Como no tenemos flyer ni afiche de la actividad, aquí están los datos de la misma:
Xtrema Causa @ K’os Organizado
Sábado 27 de Junio, 7:00pm
Iglesia Cristiana del Pastor Rafael Montalvo